Escalada en hielo en El Chaltén, Patagonia, de Tomas Roy Aguilò
Publicado el 05/01/21
Este año tan particular, con la pandemia que sorprendió a todo el mundo, me quedé en cuarentena en el mejor momento y lugar para disfrutar uno de los mejores inviernos que viví en la Patagonia.
A fines de Mayo comenzaron las nevadas y a bajar la temperatura. Principios de Junio las montañas ya estaban todas cubiertas de blanco, y estábamos esquiando muy buena calidad de nieve. A fines de Junio las temperaturas en el pueblo rondaban los -15 grados C. ¡Todo empezó a congelarse!! ¡Si TODO! Hasta el agua de las casas…
A nivel nacional, el país estaba totalmente en cuarentena estricta, pero en El Chalten, al ser una localidad pequeña y sin casos positivos, había mayor flexibilidad. Pero al estar las fronteras cerradas, no podíamos irnos a otro lado, y tampoco recibir turistas ni clientes.
Llevábamos esquiando un mes entero de Powder espectacular! Las temperaturas bajas y la inexistencia del famoso viento patagónico, hacían que la nieve se conservara, pero esto tambien trajo un aumento en el riesgo de avalanchas. Ya las esquiadas “conservadoras” empezaron a estar al limite del riesgo aceptable, y fue una sumatoria de factores que me hicieron afilar los piolets y crampones, y empezar a escalar!!!
El Chalten se encuentra a solo 450 msnm, a pesar de estar muy cerca de la Cordillera de los Andes y del Campo de Hielo Sur, sus temperaturas no suelen ser muy bajas. Las fuertes tormentas que azotan desde El Pacifico, sumado al gran contraste de temperaturas entre las motañas y la estepa (zona al Este mas “desertica”) produce fuertes vientos, durante casi todo el año. Con excepción de los meses mas frios.
¡En este caso nos encontrábamos con muy bajas temperaturas, muchas precipitaciones y nada de viento!
Conozco el Chalten desde el año 2006, y nunca había visto tantas cascadas de hielo en el pueblo. Según recuerdan locales con más años de experiencia aquí, en el 2000 o 2001 fue la última vez que hizo tanto frio durante tanto tiempo.
La primer cascada que fui fue la que mas me llamaba la antencion por supuesto, en frente al pueblo caminando unos 25´, una delicada y fina línea que se formó en el Paredon de los Condores, donde en verano se escala en roca multilargos.
Como el hielo se formaba en la parte superior de la pared, rapelamos hasta el punto donde comenzaba el hielo. Ya que la roca debajo no es de buena calidad, y no permite ningún tipo de protección. ¡Una linda línea de 50 mts delicados, era un buen comienzo de temporada!
Luego de unos días de ski volvi al Hielo, esta vez al Cerro Electrico, un sector con varias cascadas, pero a 1 hora y media de distancia, escalamos la cascada clásica para entrar en calor, y después fui directo a una línea mixta de Dry-tooling y velas colgantes, equipada hacía ya muchos años pero nunca encadenada.
¡Al primer intento me toma mucho tiempo, pero logro encadenarla! Regreso al pueblo feliz, ya planeando las próximas líneas…
La siguiente cascada, una clásica que es la Vela de La Florida, cruzamos el rio con la camioneta, y caminando 40´ llegamos a una cascada de 100 mts, muy linda y estética, con sus últimos 20 metros verticales.
Al dia siguiente, unos amigos se motivaron y equiparon una línea nueva en el sector de escalada de verano llamado La Platea. Una ruta de 25 mts, bastante sostenida con los últimos 7 mts bien desplomada completamente en Dry. Asi que al otro dia fui a probarla, luego de un par de intentos, el sol nos corrió, y volvimos temprano al otro dia, encadenando esta hermosa línea!
Unos días más de esquí en el medio, y esta vez decidimos explorar un sector nuevo de cascadas que nadie había ido antes, el cual lo habíamos visto esquiando en otro momento, ubicado en la Laguna Rosa, en una cara Sur completamente en la sombra.
¡El lugar supero todas las expectativas! Todo era más vertical y más largo de lo que parecía… ese dia escalamos 3 cascadas. unos 350 metros, todas líneas nuevas. Y todavía quedaban más. Luego a este sector regrese en reiteradas ocasiones, y se transformó en un clásico para los escaladores locales, que no es una comunidad muy grande, pero si con mucha motivación.
Un lugar muy conocido para visitar en verano es el Chorrillo del Salto, una cascada de unos 40 metros a solo 5´ de caminata. ¡Por supuesto fui a escalar allí! No precisamente la cascada principal porque corre mucha agua y no se llega a congelar completamente, pero a la derecha se había formado un monton de hielo... el lugar mágico! Con mucho potencial. ¡En resumen, fue un invierno muy “duro”! habían excelentes condiciones para escalar en hielo y esquiar… era difícil quedarse en la casa descansando… mucho para hacer!
Artículo de Tomas Roy Aguilò, fotografías de Leo Gambella.
Tomas Roy Aguilò es un guía de montaña de 35 años, en el equipo Grivel desde 2018. Creció en la Patagonia, Argentina, donde practica Escalada Alpina, Escalada Deportiva, Esquí de Travesía y Running.
Productos favoritos de Grivel: Crampones G20 PLUS, piolets North Machine Carbon, cintas exprés Alpha Captive, mochila Mountain Runner 20.